Vivir con algún grado de pérdida auditiva puede convertirse en un proceso difícil y lleno de malos ratos. Situaciones en las que las personas se terminan aislando debido a no poder sentir realmente empatía por parte del resto. Por esta razón, algunos de nuestros clientes han querido compartir su experiencia para concientizar sobre la salud auditiva.
Con tan solo 43 años Valentina Varela perdió levemente la audición. Hace 3 años comenzó con síntomas que le llamaban la atención, escuchaba, pero le costaba entender lo que los demás le decían, esto la hizo tomar la decisión de consultar a un médico otorrino quien le recetó audífonos. “Para mí fue difícil por la edad, nunca pensé que podría quedar sorda”, relata.
El proceso fue complicado para ella, el poder escuchar pero no entender y la falta de conocimiento que el resto tiene frente a la pérdida auditiva, por lo que “hay poca paciencia”, indica.
Recuerda que cuando se puso los audífonos “fue un cambio impresionante, volví a escuchar todo. Pero al principio me costó acostumbrarme porque realmente entendía todo. El cambio fue para mejor”.
Complejo y difícil fue también el proceso para Carlos Román, quien con 51 años sufre de pérdida de audición en sus dos oídos y debe usar audífonos para poder comprender lo que expresan las personas a su alrededor. “Al estar en un grupo me sentía como excluido, no entendía nada de lo que me decían, me preguntaban y no sabía qué decirles porque no había escuchado bien”, relata.
Sus primeros síntomas comenzaron hace un par de años. “Me hablaban y cada vez me tenían que hablar más fuerte, me terminaban gritando y yo no sabía porqué. Y es molesto que la gente le esté gritando y que le esté repitiendo a cada rato, aburre. Nadie se da el tiempo de andar repitiendo alguna cosa”, señala.
“Nadie tiene paciencia. Al principio me repiten una vez, pero ya cuando no entiendes ni a la primera ni a la segunda ni a la tercera ahí ya pierden la paciencia. La familia es la que tiene más paciencia, pero hasta por ahí no más, no siempre”. Ahí fue cuando Carlos decidió ir a un médico otorrino, pues ya no podía seguir en esa situación que lo alejaba del resto.
Asegura que desde que comenzó a usar audífonos su vida ha mejorado en gran parte. “Ahora escucho mejor, pero igual me cuesta acostumbrarme a los audífonos, pero se escucha mejor. Por lo menos si me van a repetir no son tres veces sino una vez o dos veces por lo mucho”. Con tono feliz cuenta que ahora participa de las reuniones, se siente parte.
Así mismo, se siente María Angélica Prieto que con 81 años usa audífonos desde los 30 años debido a una pérdida auditiva severa que posee por causa genética. Ha usado aparatos auditivos más de la mitad de su vida y asegura que gracias a ellos “he ganado cualquier cantidad. He ganado un 90% de mi vida”.
María Angélica ha tenido que aprender a vivir durante décadas con su pérdida auditiva lo que recuerda como un proceso difícil. “Es muy doloroso para uno porque las personas se ríen de los sordos, a las personas que no ven bien a ellas las ayudan, pero a nosotros no”.
“Cuando estaba con mis hijos en la hora de almuerzo todos estos niños hablan con la boca cerrada, no modulan, entonces yo miraba que hablaban y no entendía, no me integraba, me iba no más, me alejaba. En cambio ahora me quedo hasta más tarde, converso. Son muy buenos los audífonos”.
César Morales de 76 años también sufre de pérdida auditiva en ambos oídos, “más el derecho que el izquierdo”, recalca.
Causado por el descuido de sus oídos tras años de buceo comenzó con los primeros síntomas hace aproximadamente 10 años. Sin embargo, no le dio importancia. “Cuando lo acepté finalmente fue cuando comencé con los problemas con el trabajo”, señala.
César realiza conferencias en Inglés para equipos extranjeros y comenzó a no entender algunos sonidos mientras le hablaban. Fue en ese momento que decidió ir a másaudio, “ahí dije no, esto no puede seguir así y estoy mal y por eso, ahí conversando con un colega que trabajamos juntos, él me dijo que había ido a másaudio y por eso fui”.
“Me costaba entender, porque algunos sonidos se perdían antes que otros y además en estas reuniones hay gente que habla inglés de distintos países, con distintos acentos. Ahí me di cuenta que se complicaba mucho”, recuerda César.
El comenzar a usar audífonos le mejoró la vida. Si bien su pérdida auditiva es leve “ese mínimo del audífono ya me permite escuchar mucho mejor”. “Ahora uso un volumen muy bajito, pero ese volumen me permite capturar los otros sonidos que se me estaban yendo, agudos, graves, que son importantes en otro idioma”.
¿Cómo empatizamos con las personas que tienen pérdida auditiva?
Para las personas con buen nivel de audición, compartir con personas que sufren pérdida auditiva a veces termina siendo molesto debido al desconocimiento y la falta de paciencia hacia esa condición.
Valentina se refiere al tema agregando que falta paciencia por parte de las personas “Yo personalmente les digo que no escucho, que me hablen más lento, pero lo que puedo decir es paciencia”.
A Carlos le gustaría que hubiera más comprensión. “Que trataran de comprender que el otro no entiende bien lo que le dicen, no es que uno se quiera hacer el leso . Que comprendan que es importante escuchar bien y que si a uno no le repiten lento y bien modulado, es muy difícil entender”.
Por su parte, María Angélica, asegura que no les diría nada, solo que “hablen más claro, modulen mejor”, pero la mayor parte del tiempo es ella la que se preocupa de pedir que le repitan y contar que no escucha.
¿Cómo prevenir o cuidamos de futuros daños a nuestros oídos?
Por último, nuestros entrevistados si tienen consejos para las personas que sospechan o ya sufren de un grado de pérdida auditiva. Cuidarse.
Para César esta experiencia es cercana, él no tomó las precauciones que debía y ahora sufre de sordera leve. Por eso, señala que “se cuiden, que no hagan lo que yo hice porque a mi me dijeron que tenía que ponerme tapones y yo nunca me puse tapones para bucear y ahora estoy pagando las consecuencias. Claro, cuando era joven yo decía qué tanto, pero sí afecta”.
Valentina por su parte señala que le “aconsejaría a las personas con pérdida auditiva, desde mi experiencia, que se evaluaran y usaran los audífonos, pues es peligroso vivir sin ellos. Como por ejemplo, para cruzar la calle o manejar”.
Carlos aconseja que se evalúen cuando es necesario, “que la audiometría hay que hacerla todos los años como lo recomiendan y que hay que ir probando equipos nuevos. Todo el tiempo hay más tecnología entonces uno no va a quedar de lado y la tecnología es verdad que ayuda, ayuda bastante”.
“Si se dejan estar van a ir quedando más sordos y ahí ya no hay vuelta atrás”, termina.
Tal como conocimos en los testimonios anteriores, el cuidado, la prevención y la evaluación constante de nuestros oídos nos permitirán escuchar con calidad a pesar de vivir con pérdida auditiva. Lo importante es no dejar pasar las señales, acudir al médico otorrino y confiar en la tecnología auditiva para mejorar nuestra calidad de vida.
Además, para empatizar y comunicarnos mejor con personas con pérdida auditiva, recomendamos los siguientes tips:
- Estar seguros que contamos con su atención antes de hablar. De esta forma no perderán la primera parte del mensaje y se darán cuenta que usted está tratando de comunicarse con ellos.
- Eliminar el ruido de fondo. Los ruidos ambientales compiten con el sonido de la voz, haciendo muy difícil aislarlos del mensaje.
- Hablar mirando a la cara. Nuestras expresiones faciales ayudan mucho a las personas con pérdida auditiva y les facilita la comprensión de las palabras que se dicen. ¡Jamás hablar desde una habitación a otra!
- Parafrasear en lugar de repetir. Muchas veces usamos palabras o frases que pese a que las repitamos con mayor volumen, es mejor decirlas de otra forma para ser comprendidos.
Le invitamos a visitar nuestros centros a conocer nuestros servicios y diversos productos entre los que podrá encontrar los mejores audífonos para usted o su familiar.