Comenzó la temporada de descanso, el calor inunda nuestras casas, el atardecer cada vez tarda más en llegar y con ello aumentan las ganas de salir a pasear, a refrescarse, a caminar o a aprovechar de estos largos y calurosos días.
Si vivimos en la ciudad esta época nos presenta la oportunidad de poder escapar de los ruidos molestos y de la vida citadina, y si vivimos en lugares más tranquilos simplemente escapar de la rutina en la que giran nuestras vidas.
Queremos salir. Ir a la playa, al campo, a un lugar que nos infunde paz y relajo, o que sea diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestro diario vivir. Este cambio nos hace bien para nuestra mente y cuerpo.
Sin embargo, siempre hay que estar alerta, pues aunque estemos relajados y alejados de los ruidos constantes, nuestros oídos igual pueden sufrir. Si bien tomarse unos días de vacaciones pueden ayudar a nuestra salud y a cuidar de nuestra audición, también puede traernos dificultades al no tener las precauciones debidas.
¡A prevenir!
Bañarse en el mar o en una piscina puede ser muy relajante y refrescante, pero debemos tener cuidado con nuestros oídos. La entrada de agua puede ser muy perjudicial y puede terminar afectando nuestra audición. Por eso, les recomendamos que tras salir del agua se sequen la parte exterior del oído y la entrada al conducto auditivo con mucho cuidado.
Si estos días libres involucran transporte en avión, o a lugares con mucha altura, hay que tener cuidado con el aumento de presión atmosférica y comenzar a realizar pequeños trucos para así poder evitar que nuestros oídos sufran. Tragar saliva, chupar un caramelo o mascar chicle son algunas opciones.
Por último, debemos proteger nuestros oídos de la música alta. Si bien, estamos de vacaciones y no tenemos los ruidos de la ciudad y de nuestros trabajos, una que otra fiesta puede entrar en nuestros panoramas del viaje. O simplemente la radio con volumen alto durante el trayecto.
En Más Audio siempre nos preocupamos por su salud auditiva, por eso, los invitamos a detener la rutina, a disfrutar de la tranquilidad que le brinda las vacaciones, pero siempre teniendo presente que se deben cuidar nuestros oídos de los eventos que pueden provocar molestias o daños irreversibles.
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